La mayor parte de nuestro día, lo pasamos hablando desde nuestra parte más racional. Aunque en nuestro telón de fondo siempre están las emociones que van apareciendo en el escenario como protagonistas cuando les dejamos. Las emociones, igual que tantas otras cosas en la vida, tienen un inicio, y un final. Siguen una curva de las emociones que tiene una intensidad que las caracteriza. ¿Quieres saber cuál es el proceso que siguen?
Por ejemplo: Imagina que has discutido con alguien que realmente te importa, y que el tema no se ha resuelto del todo. Cuando lo vuelves a ver, horas más tarde, notas como se te hace un nudo en el estómago y te das cuenta que esa sensación,tristeza. Si en ese momento puedes expresar tu tristeza, estás el punto de mayor intensidad de la curva emocional. Una vez la puedes expresar, la curva ya no hará más que bajar. Verás cómo poco a poco la emoción se calma y vuelves a estar en reposo.
¿Qué suele pasar? Que muchas veces no expresamos la emoción, y nos la guardamos. Entonces, la curva no se completa, y queda sin finalizar. Si no finalizamos el ciclo, lo que ocurre es que bloqueamos la emoción dentro de nuestro cuerpo, no la permitimos salir. Es entonces, cuando estas emociones se enquistan, se repiten una y otra vez, en nuestra vida.
Otras de las cosas que ocurren es que a veces, ni notamos la sensación, y por tanto somos ignorantes, de nuestro propio mundo emocional. Aunque nos podemos hacer la pregunta, de: – ¿qué estoy sintiendo? la respuesta puede ser no sé, o noto una sensación pero no le sé poner nombre. Entonces la curva se pararía muy al principio del ciclo.
Por tanto, es muy importante que para tener unas emociones saneadas nos hemos de permitir sentir todas las emociones tanto las agradables ( alegría, curiosidad, amor…etc) como las no tan agradables ( tristeza, rabia, miedo…). y no solo permitirlas sentir, sino dejar que terminen la curva natural que realizan.
En definitiva, emoción, pensamiento y cuerpo van ligados. Si me dejo sentir la emoción en mi cuerpo, la observo, identifico qué emoción es, la dejo que se quede en mí un rato, la expreso si es necesario veré como poco a poco se va disipando. Si me permito este recorrido, lograré estar más calmado y en paz conmigo mismo.
Me resulta muy interesante la lectura sobre Los temas que tocais
¡Muchas gracias Pastora! Nos anima a seguir escribiendo. Un abrazo.