- Palpitaciones en el pecho.
- Pulsaciones elevadas.
- Sensación de ahogo o de falta de aire.
- Tensión muscular o contracturas físicas.
- Mareos.
- Sudoración excesiva.
- Problemas gastrointestinales.
- Preocupación constante e intensa.
- Miedo y pensamientos catastróficos.
- Insomnio o pesadillas.
- Sentimientos de indefensión ( nadie me podrá ayudar).
- Agitación interior constante.