Blog de Psicología emocional
Tu espacio de terapia y crecimiento emocional
Aprende inteligencia emocional con el blog Psicoemocionat
Todos los artículos que hemos escrito para ti
¿Sabías que todos llevamos una máscara y un personaje que dirige nuestra vida? Sí, sí, has leído bien, el personaje nos dirige prácticamente 24h al día, sin que la mayoría de veces podamos controlarlo. Es la máscara del ego,que llevamos en nuestra mochila día a día. Es un personaje tan bien elaborado que incluso nos creemos al pie de la letra. No solo nos ponemos la máscara con los demás, sino que también nos engañamos a nosotros mismos. Todos en mayor o menor medida tenemos algo de neuróticos, y cómo tales representamos y actuamos un papel más o menos consciente, dependiendo del grado de introspección que tengamos. ..
Ansiedad y estrés: cuando nuestro cuerpo habla
En una sociedad como la nuestra en la que los cambios son constantes no es extraño que el estrés afecte a muchísimas personas. El estrés es una sensación de tensión que puede ser física y emocional ante situaciones que percibimos como amenazantes. Nuestro cuerpo reacciona de forma automática, protegiéndonos y preparándonos para la acción. Apretar las mandíbulas, palpitaciones, ansiedad, contracturas repetidas, todos estos son síntomas de que puede ser que estemos estresados.
El secreto del deseo en una relación a largo plazo
El deseo muchas veces es opuesto al amor. El deseo se vive como prohibido, y eso lo vivimos como erótico, en muchas ocasiones. ¿Cómo se vive el deseo y cómo se vive el amor? ¿Son opuestos?¿O se complementan? Esther Perel una psicóloga belga especialista en sexualidad explica en la charla de Ted Talks que cuando entra el romanticismo en la pareja parece haber una crisis del deseo. Es la primera vez en la humanidad que queremos experimentar la sexualidad a largo plazo, no solo porque queremos reproducirnos sino, porque queremos experimentar placer.
El miedo a cambiar y la resistencia al cambio
¿Por qué cambiar es tan difícil a pesar de que lo deseemos tanto? Preferimos vivir en zonas conocidas (nos gusten o no), y por tanto más seguras para nosotros. El cambio nos obliga a dar un paso a ciegas. Se da en todo proceso de crecimiento sin poder evitarlo. El cambio es exigente, algo desconocido para quien lo vive y la mayoría de las veces, es dificultoso. Muchas veces nos cuesta salir de dónde estamos porque aquello que queremos cambiar, nos da un beneficio encubierto o una ganancia secundaria.
Vuelta al trabajo y ¿cómo manejo mis emociones?
Se terminan las vacaciones, las siestas, irse a dormir tarde y tener los horarios cambiados. Empieza la rutina, el tener que despertarse pronto para ir a trabajar, y tener que lidiar con la presión diaria del trabajo. Al volver al trabajo diario con unos horarios establecidos, y unas obligaciones a cumplir puede ocasionarnos ansiedad, estrés, falta de concentración, y también desmotivación. ¿Cómo lidiar con todas estas sensaciones que experimentamos al volver al trabajo?
Transformar nuestras emociones
¿Qué hacemos cuando nos viene una emoción? Muchas veces la queremos eliminar, queremos quitárnosla de encima, que desaparezca. De hecho, clasificamos las emociones en negativas y positivas. Personalmente, no me gusta esta clasificación, ya que estamos poniendo un juicio, a la emoción y por tanto, en cierta manera la estamos rechazando. ¿Y si en vez de llamarlas positivas o negativas, decimos que hay algunas que son más agradables, y otras que son más desagradables?¿Cómo podemos transformar nuestras emociones para sentirnos mejor con nosotros mismos y con los demás?
La importancia del contacto piel con piel
Desde pequeños necesitamos el afecto de nuestros padres o cuidadores, las caricias, los mimos, los abrazos, el contacto piel con piel. Aquí va un ejemplo insólito de una madre que tuvo gemelos y al dar a luz, uno de ellos no sobrevivió. Tras reanimarlo durante mucho rato, los médicos lo dieron por muerto y se lo dieron a la madre y al padre para que se despidieran. Después de dos horas de contacto piel con piel, donde la madre y el padre le hablaban y le explicaban cuanto le querían, y qué cosas iban a hacer con él, revivió inexplicablemente. Al principio, era sólo un jadeo como soltando aire que fue considerado por los médicos como un acto reflejo. Pero entonces la madre asustada le dio de comer un poco de leche materna con el dedo y empezó a respirar con normalidad. Los médicos no salían de su asombro. El bebé tenía cinco meses, ya que salió prematuro del vientre materno.
Cuando nos desconectamos de nuestras emociones
¿Qué me pasa? Algunas veces nos podemos hacer esta pregunta, siento que estoy incómodo, hay algo que no marcha bien, puedo estar nervioso, inquieto, con una sensación rara, o con ganas de llorar sin motivo aparente. Quizás me duele la cabeza, siento que estoy tenso, aprieto la mandíbula muy a menudo o tengo dolores de barriga y digestiones pesadas. Todos estos síntomas pueden ser debidos a que estoy desconectado de mis emociones, y no me doy cuenta. ¿Qué pasa si me desconecto de mis emociones o si directamente no sé reconocerlas, ni ponerles nombre?
¿Cómo estar solo y sentirme bien?
¿Cómo estar solo y sentirme bien? Mejor estar solo que mal acompañado dice el refrán…. La realidad es completamente al revés, muchas veces preferimos estar mal acompañados que estar solos. ¿Qué ocurre