Los síntomas físicos y psicológicos relacionados con la ansiedad son uno de los motivos más habituales que nos hacen consultar con una o un terapeuta actualmente. Muy a menudo, nos es difícil relacionar esos síntomas con la ansiedad, pues empezamos a experimentar cosas que nunca antes habíamos sentido o bien se empiezan a intensificar sensaciones que ya nos eran conocidas en un nivel menos intenso.
Podemos sentir que en algunos momentos nos cuesta respirar, se nos acelera el corazón, y empezamos a tensionarnos a la vez que nuestros pensamientos se dirigen una y otra vez hacia preocupaciones y pensamiento negativos. Cuando no comprendemos lo que nos está sucediendo, nos asustamos, y ese miedo puede llevarnos a su vez aumentar los síntomas ansiosos. Es el miedo al miedo. En este articulo te ayudaremos conocer cómo detectar la ansiedad.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta psicológica y fisiológica que experimentamos ante situaciones o vivencias que vivimos cómo una amenaza. Por definición, la ansiedad no es una emoción en sí misma, aunque guarda estrecha relación con una de ellas, el miedo. Podemos decir que la ansiedad es la versión menos adaptativa y útil del miedo.
El miedo es una emoción básica del ser humano necesaria para su desarrollo. Nos ayuda a anticipar una amenaza y a protegernos de ella. Las manifestaciones físicas del miedo van encaminadas a activar nuestro cuerpo y nuestra mente para afrontar una situación amenazante. Sentir algo de miedo a suspender un examen o a no conseguir un objetivo laboral nos ayuda a estar más activos, más concentrados y más alerta, por ejemplo.
La diferencia básica entre el miedo y la ansiedad es que mientras el miedo es necesario y adaptativo porque nos protege de un peligro real y consciente, en la ansiedad no somos capaces de comprender con facilidad que es aquello que nos da miedo, aquello que sentimos que esta amenazando nuestra integridad personal y emocional.
¿Cuáles son los síntomas físicos y psicológicos de la ansiedad?
La ansiedad se manifiesta con síntomas tanto a nivel físico como psicológico. Algunos de esos síntomas generalmente no son solo propios de la ansiedad, por lo que es habitual que cuando sufrimos ansiedad no sepamos qué es lo que no está pasando y nos preguntemos: ¿Cómo puedo saber si lo que me pasa es ansiedad u otra cosa?
Conocer ambos tipos de manifestaciones pues nos ayudará a comprender nuestros síntomas y a actuar en consecuencia. Por ejemplo acudir al médico o al psicólogo, ocupándonos de los síntomas sin preocuparnos excesivamente.
Síntomas físicos
Palpitaciones o pulsaciones elevadas, sensación de ahogo, tensión muscular, mareos, sudoración excesiva, problemas gástricos.
Síntomas emocionales y psicológicos
Preocupación constante, irritabilidad, dificultad para concretarse, dificultad para pensar, insomnio, pesadillas. Sentimiento de indefensión (nadie me podrá ayudar), miedo y pensamientos catastróficos (me dará un ataque, perderé la cabeza, algo malo va a ocurrir).
Principalmente, existen tres miedos que muy frecuentemente aparecen cuando sufrimos una ansiedad intensa y no lo sabemos: ¿Estaré enfermo?, ¿me voy a morir? ¿Me volveré loco?.
Los tres miedos contribuyen a aumentar la ansiedad, por lo que comprender que estamos sufriendo síntomas ansiosos y que no nos vamos a enfermar, ni a morir ni a volver locos nos ayuda a poder afrontar la situación.
¿Cómo nos ayuda el tratamiento para la ansiedad?
Es importante ser consciente que si la ansiedad se manifiesta de una forma muy intensa y nos impide afrontar nuestra vida con un grado de normalidad tolerable la medicación puede estar indicada. Nos puede ayudar a recuperar un nivel de bienestar adecuado para poder afrontar y trabajar a nivel psicoterapéutico.
A nivel psico emocional una buena premisa es comprender que cada persona vive esta situación a su manera, aunque compartimos síntomas, no todos lo vivimos de la misma forma. El primer paso para afrontar nuestra ansiedad es conocerla, saber identificarla. Conocer cómo se manifiesta en nosotros, con que síntomas, en que momentos, y como podemos ayudarnos a volver a la calma a través de la respiración, por ejemplo.
Otra parte importante del tratamiento consiste en que podamos comprender cuáles son las causas de la ansiedad. Debajo de la ansiedad hay miedos, emociones negadas o bloqueadas, experiencias vitales complicadas o conflictos personales y emocionales que es necesario poder comprender. Ahí podemos ver cuál es el mensaje que la ansiedad nos da, que nos dice de nosotros mimos, y tomarlo como una oportunidad de autoconocimiento y crecimiento.
Finalmente el tratamiento psicoterapéutico nos ayuda a contactar con nuestras fortalezas personales y nuestros recursos para afrontar de forma más sana aquellas situaciones o experiencias que en algún momento hemos vivido como una amenaza y no hemos podido afrontar.
Si estas sintiendo algunos de los síntomas que hemos mencionado, y crees que necesitas ayuda para aprender a identificar, comprender y afrontar tu ansiedad, te podemos acompañar y ayudar en este proceso. Puede ser una oportunidad para contactar con tu autoconocimiento y con tus recursos y fortalezas personales.