Los niños son la mayor fuente de alegría y creatividad, sin embargo, en la actualidad nos encontramos con muchos niños con dificultades emocionales, especialmente con ansiedad. La ansiedad infantil muchas veces se expresa a través de comportamientos que realizan los niños, y lo que esconde detrás pueden ser miedos e inseguridades.
En la sociedad actual, encontramos un ritmo frenético donde los niños van al colegio unas 6 horas al día. Después tienen clases extraescolares y desde muy pequeños se les juzga por sus notas, es decir por sus resultados.
Este entre muchos otros, es uno de los motivos por los que cada vez más niños presentan problemas emocionales. En muchos casos los niños no tiene las herramientas para gestionar estas exigencias, manejar sus miedos y nerviosismo y su cuerpo acaba reaccionando con ansiedad.
¿Qué es la ansiedad infantil?
La ansiedad es una emoción normal también en la infancia. Es un mecanismo básico de defensa y se activa ante situaciones sorpresivas, nuevas o amenazantes. Una reacción normal de ansiedad para un niño sería sentir hormigueo en el estómago antes de un examen. Por ejemplo, sentir tensión cuando la profesora le riñe o experimentar taquicardias si un perro le persigue.
La ansiedad incita a actuar, a enfrentarse a la situación y le prepara para huir si fuera necesario. Sin embargo, cuando esta ansiedad aparece de manera desproporcionada, persistente y afecta a varias áreas de la vida cotidiana (dificulta que el niño pueda estudiar, interactuar con sus amigos..) estaremos hablando de un trastorno de ansiedad.
¿Cómo se manifiestan los trastornos de ansiedad en los niños?
Las manifestaciones clínicas de los trastornos de ansiedad en la infancia van a variar según la edad y el desarrollo cognitivo del menor. Por un lado, los niños más pequeños con trastornos de ansiedad se caracterizan por presentar una gran inhibición conductual, es decir, se muestran más pasivos, tímidos y miedosos. Además, evitan situaciones nuevas y les cuesta mucho más explorar su contexto.
En edad escolar los niños con ansiedad infantil pueden mostrar:
- Excesiva preocupación por la competencia
- Gran necesidad de reafirmación
- Miedo a la oscuridad y/o pesadillas
- Miedo a que una de sus figuras principales sufra algún daño
- Pérdida de apetito, dificultades para dormir y variedad de síntomas somáticos como dolor abdominal, cefalea o problemas en la piel.
- Angustia
- Palpitaciones
- Dificultad para respirar
- Sensación de ahogo
- Miedo a hablar en público y/o a la evaluación
- Dificultades de concentración
- Problemas de memoria
- Preocupación excesiva por su propia conducta
Los síntomas de los trastornos de ansiedad que refieren los niños mayores y adolescentes se relacionan más con la consolidación de su identidad y la aceptación social.
¿Qué trastornos de ansiedad existen?
- Trastorno de Ansiedad por separación. Hay miedo o ansiedad intensos y persistentes relativos al hecho de tener que separarse de una persona a la que la une un vínculo estrecho.
- Mutismo selectivo: incapacidad persistente para poder hablar o responder a otros en una situación social específica, a pesar de hacerlo sin problema en otras situaciones.
- Fobia específica: miedo o ansiedad intensos, persistentes y específicos a una situación concreta que normalmente se evita o se soportan a costa de intenso miedo (fobia a los aviones, fobia a las arañas, etc
- Trastorno de ansiedad social: Miedo o ansiedad intensos que aparecen prácticamente siempre en relación a una o más situaciones sociales en las que la persona se expone a la posible evaluación por parte de otros.
- Trastorno de angustia: Presencia de crisis de angustia inesperadas recurrentes. Al menos una de ellas va seguida durante un mínimo de un mes de inquietud o preocupación persistente por la aparición de nuevas crisis o sus consecuencias, y/o por un cambio significativo y desadaptativo en el comportamiento que se relacione con las crisis de angustia.
- Agorafobia: Miedo o ansiedad acusados que aparecen prácticamente siempre respecto a dos o más situaciones agorafóbicas. Por ejemplo, (transportes públicos, lugares abiertos, lugares cerrados, hacer colas o estar en medio de una multitud, y/o estar solo fuera de casa). Además, se evitan activamente, requieren la presencia de un acompañante o se soportan a costa de intenso miedo o ansiedad.
7 Consejos para ayudar a un niño con ansiedad
- Ayúdale a explorar qué situación está causando o manteniendo la ansiedad en su vida. Hay muchos factores que pueden estar causándole ansiedad y a menudo no son capaces de identificarlos ellos solos.
- Enséñale que la ansiedad no es dañina y que desaparece cuando aprendemos aceptarnos a nosotros mismos con nuestras necesidades y con nuestras emociones. La ansiedad infantil, no es más que un reflejo de que hay un problema que no sabe resolver y le está causando malestar interior.
- Tranquilízale y muestra empatía. Es recomendable que ante los síntomas de ansiedad como padre o madre no te exaltes, puesto que el niño estará atento a tu estado de ánimo y le servirá como modelo para aprender a afrontar futuras situaciones de miedo o ansiedad.
- Enseña a tu hijo técnicas de respiración desde pequeño y practícalas con él diariamente. Simplemente le puedes decir ,“Vamos a coger aire por la nariz y la expulsamos por la boca poco a poco”. Una forma para que se concentren en su respiración es que ponga su mano en el vientre para notar como se hincha cuando coje aire. Práctica con él 10 minutos cada día. Podrás practicarlo con él antes de ir a la cama, pero es bueno que no siempre se duerma tras hacer la relajación porque es necesario que aprenda a sentir su cuerpo relajado.
- Practica Mindfulness con tus hijos. Muestra la importancia de vivir en el presente y no tanto en el futuro o en el pasado. El mindfulness ayuda focalizarnos en el presente. Si está jugando, pues disfrutar únicamente de estar jugando, si está comiendo, centrarse solo en comer, no en ver dibujos o jugar a la vez.
- Ayuda a tu hijo a explorar y cambiar sus pensamientos e ideas negativas. De manera habitual muchos niños presentan pensamientos limitantes como, “no puedo hacer los problemas de matemáticas”, “no soy capaz de hablar con otros chicos”, “lo haré mal”. Estos pensamientos se pueden verbalizar en cualquier situación y es bueno que aproveches esos momentos para enseñarle a generar un pensamiento alternativo más positivo como “ puede que ahora no sepa como hacer este problema pero si lo intento seguramente lo conseguiré”.
- Enséñale a exponerse a sus miedos de forma gradual. Para ello podemos crear una hoja de ruta donde ellos se dibujarán sin miedo ni ansiedad. En la hoja de ruta podemos incluir puntos intermedios donde se exponga a la situación temida que irán de lo más sencillo a lo más complejo. Cada acercamiento deberá ser reforzado porque eso les motivará para alcanzar el objetivo final.
Comprende y apoya a tu hijo con ansiedad
La ansiedad infantil nos muestra un problema que hay que resolver, normalmente con emociones asociadas debajo. Los trastornos de ansiedad en la infancia son cada vez más habituales y no es necesario que se cumplan todos los criterios mencionados para que la vida de tu hijo se vea afectada.
Si consideras que tu hijo presenta alguno de los síntomas antes descritos puedes ponerte en contacto con el equipo de Psicoemocionat y así poder trabajarlo con un especialista en terapia infantil en Barcelona.
Fantastico post