El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad caracterizado por la presencia de pensamientos obsesivos, las obsesiones, y de rituales de conductas, las compulsiones. En este artículo vamos a ver cuáles son los diferentes tipos de TOC y el tratamiento que hay para ellos.
Este trastorno tiene una prevalencia aproximada del 2% de la población y se desarrolla generalmente a partir de la edad juvenil, aunque en ocasiones podemos advertir síntomas ya desde la infancia.
A pesar de que es uno de los trastornos que más sufrimiento genera, hay tratamientos que ayudan a disminuir la ansiedad y a poder llevar una vida satisfactoria.
Cómo se desarrolla el Trastorno Obsesivo-Compulsivo
El trastorno Obsesivo Compulsivo ha despertado siempre curiosidad y fascinación en la sociedad y ha estado siempre muy presente en nuestra cultura, representándose en muchas ocasiones a través de personajes de ficción en el mundo del cine.
El más famoso es el personaje de Jack Nicholson en Mejor Imposible, pero hay otros más recientes como el detective Adrien Monk, en la serie de televisión Monk.
Frecuentemente este trastorno se desarrolla en personas con rasgos de personalidad del tipo obsesivo, rígidas y muy exigentes, pero acostumbra a ser en los periodos de más estrés y ansiedad cuando los síntomas obsesivos toman más fuerza.
Pese a que es difícil hablar de una cura del TOC, los tratamientos pueden ayudar muchísimo a que los pacientes lleven vidas normales sin un nivel de sufrimiento excesivo.
¿Cómo distinguir una obsesión o pensamiento obsesivo?
Una obsesión o pensamiento obsesivo es una idea que aparece en la mente de una persona con unas características concretas:
- La idea es intrusiva: No es un pensamiento voluntario elegido desde la libertad. Es una idea que aparece en la mente de la persona en contra de su voluntad y que generalmente se desearía no pensar.
- La obsesión es exagerada e incluso absurda para la propia persona: es una idea que la propia persona juzga cómo exagerada e incluso sin sentido lógico. Pero aunque sea consciente de esa falta de sentido, no puede evitar evocar esa idea.
- Provoca sufrimiento emocional: Son ideas o pensamientos que generan malestar y sufrimiento. Por eso, se establece una lucha entre la persona y la idea obsesiva, en la cual quien la sufre intenta desprenderse de ella mediante razonamientos lógicos, a menudo insuficientes para conseguirlo.
- Genera compulsiones: Como el pensamiento obsesivo genera mucho sufrimiento, la persona puede elaborar una serie de acciones para evitar las consecuencias negativas de ese pensamiento.
Por ejemplo, la persona con una idea obsesiva referente a que puede enfermar por contacto con gérmenes, se lavará las manos escrupulosa y repetidamente muchas veces al día. Esas acciones son lo que denominamos compulsiones. A menudo, las compulsiones dificultan muchísimo el día a día de la persona llevando a ocupar gran parte de su tiempo y condicionando su estilo de vida.
Cuáles son los diferentes tipos de TOC
El contenido y la temática de los pensamientos obsesivos y las consecuentes compulsiones es variado en cada paciente pero hay algunas temáticas que se repiten. A continuación explicamos algunos de los diferentes tipos de TOC de los más frecuentes:
Nosofóbicos: Es decir, de enfermedad o contaminación
El paciente se preocupa obsesivamente por la posibilidad de enfermar, por lo tanto, su miedo principal es el de si está o no haciendo todo lo posible para evitar contraer una enfermedad.
Los esfuerzos se dirigen principalmente a evitar el posible contagio de enfermedades transmisibles, el contacto con gérmenes o la contaminación. Los actos compulsivos más comunes en este TOC tienen que ver con la limpieza y desinfección.
Duda patológica constante o exceso de comprobaciones
Las personas que sufren este tipo de TOC son incapaces de sentirse seguras de si han realizado o no una acción concreta como cerrar el gas, el agua, cerrar la puerta de casa, etc. Esta duda genera mucha ansiedad ante las posibles consecuencias negativas que pueda tener, que la persona imagina como catastróficas, y por lo tanto obliga a la persona a realizar constantes comprobaciones.
Una persona con duda patológica sobre si ha cerrado el agua puede necesitar muchas comprobaciones para tranquilizarse, hasta el punto que incluso puede no fiarse del sentido de la vista y necesitar poner la mano bajo el grifo para comprobar que el agua está cerrada.
Miedo irracional a los impulsos
Se caracteriza por un miedo irracional a perder el control sobre los propios impulsos. La persona puede tener miedo a realizar un acto agresivo contra sí mismo o contra los demás, aunque no quiera hacerlo, el sólo hecho de pensar que podría hacerlo le genera muchísima ansiedad y duda sobre si podrá controlar el impulso.
Ejemplo: Una persona, ante la visión de un balcón, siente mucho miedo a tirarse, aunque no lo quiera hacer. Otra persona, en una reunión familiar, siente miedo a pegar a la gente que está a su alrededor.
Obsesión por el orden y la simetría
La persona que sufre este tipo de obsesión no puede evitar el pensamiento de que si no mantiene un orden simétrico en la mayoría de aspectos de su vida, ocurrirá alguna desgracia.
El miedo a la desgracia, obliga al paciente a mantener un orden muy riguroso en, por ejemplo: la ropa, los libros, los cd’s, o incluso en su forma de andar por la calle, dónde buscara también mantener cierto orden y obedecer ciertas reglas.
Obsesión con temas sexuales o religiosos
Aunque casi todos los Trastornos Obsesivos Compulsivos están muy relacionados con la culpa o la responsabilidad, en este tipo es especialmente claro. Las personas que lo sufren están muy preocupados por la posibilidad de cometer actos que sean pecado, actos malvados o que puedan ser juzgados como sucios o perversos.
En este sentido, las conducta del paciente irá encaminada tanto a evitar conductas que puedan ser juzgadas como malas, como a realizar acciones para reparar la culpa, a través de buenas acciones, o en el caso que sea religioso, confesándose.
Este TOC es más frecuente en personas que han crecido en un ambiente con mucha rigidez moral y/o en familias con ideas religiosas muy rígidas y arraigadas.
Cuáles son los tratamientos para el TOC
Si sufres un Trastorno Obsesivo-Compulsivo los tratamientos te pueden ayudar a controlar los síntomas y a comprender cómo es y que función tiene tu TOC, y sobre todo, a que consigas vivir tu vida con un nivel de ansiedad y preocupaciones adecuado. Los dos abordajes principales para este tipo de trastorno son la psicoterapia y la medicación.
La medicación te puede ayudar a reducir los pensamientos obsesivos y a rebajar el nivel de ansiedad que se deriva de ellos, ayudándote a sentirte más disponible para realizar un trabajo psicoterapéutico.
La psicoterapia te ayuda de una forma global a través de distintas áreas. De un lado, te puede ayudar a conocerte mejor como persona, al margen del TOC, como son tus emociones y como gestionarlas, qué necesitas en tu vida para sentirte bien y qué recursos personales tienes para afrontar tu vida.
La psicoterapia ayuda en el tratamiento del Trastorno Obsesivo-Compulsivo
La psicoterapia es beneficiosa para las personas que sufren un Trastorno Obsesivo-Compulsivo . En el abordaje concreto del TOC, se trabajan técnicas y estrategias para disminuir el miedo resultante de los pensamientos obsesivos y disminuir las conductas compulsivas que alteran o dificultan tu día a día.
Si es así, realizar una psicoterapia que te ayudará a disminuir el sufrimiento y la ansiedad. Además, podrás llevar un estilo de vida más acorde a lo que realmente quieres y necesitas.
Puede ser que te identifiques con algunos de los tipos de TOC descritos en el artículo, padezcas de pensamientos obsesivos y realices conductas que te generan malestar y dificultad en tu vida. Contacta con nosotros, nuestro equipo de psicólogos te puede ayudar.