Muchas veces cuando estamos tristes decimos que estamos deprimidos. Hay una confusión de términos que a veces se utilizan como sinónimos, cuando en realidad no lo son. ¿Cuáles son las diferencias entre tristeza y depresión? Podemos estar tristes y deprimidos, solamente tristes o incluso solo deprimidos sin que la tristeza aparezca por ningún lado. Sea como sea, lo que nos ayuda es, poder sentir la tristeza y expresarla para poder aceptar nuestras pérdidas y dar espacio para asimilar lo que ya no está en nuestra vida.
¿Qué es la tristeza sana y para qué sirve?
La tristeza es una emoción universal, necesaria para poder asimilar las decepciones y pérdidas que nos va presentando la vida. Es una de las cuatro emociones básicas que forman parte de nuestro día a día. Tiene como todas las emociones básicas, una duración corta y aparece porque hay algo que la desencadena. Por ejemplo, si he perdido un trabajo, he roto con mi pareja, un amigo se marcha lejos, se ha muerto mi padre, etc. Este tipo de situaciones son estímulos que provocan una reacción natural de tristeza.
La tristeza sana y necesaria puede tener síntomas físicos como por ejemplo: nudo en la garganta, ojos llorosos, presión en el pecho, poca energía y malestar general.
¿Pero, para qué sirve entonces esta tristeza, que es una emoción básica de nuestra constelación emocional?
La tristeza sirve para:
- Asumir pérdidas materiales, emocionales y físicas.
- Curar heridas emocionales que no han cicatrizado bien.
- Aceptar que hay cosas que nos duelen ( no somos invencibles).
- Sirve para aprender a pedir ayuda (no siempre podemos ser fuertes, las cosas nos pueden afectar y es perfectamente normal).
- Reflexionar y aprender de nuestros errores.
- Descansar de nuestra actividad y necesidad de llegar a todo.
Además la tristeza sana también va a tener síntomas en nuestra conducta como por ejemplo: Ganas de estar solo, de estar conmigo mismo, ganas de llorar, de lamentarse, de buscar cariño y de aislarse por un tiempo corto.
¿Qué es la tristeza patológica o depresión?
La tristeza patológica es el síntoma nuclear de lo que llamamos depresión, aunque también puede ir acompañada de indiferencia, pocas ganas de hacer cosas, o irritabilidad. La tristeza por si sola no indica que haya un cuadro depresivo, ya que, para que se de una depresión tiene que ir acompañada de otros síntomas. En la depresión puede haber, vacío emocional, una pérdida de interés absoluta por el entorno, y a veces se acompaña de ausencia de otros sentimientos.
La depresión, a diferencia de la tristeza sana, incluye pensamientos sobre cosas negativas que tuvieron lugar en el pasado y sobre acontecimientos que todavía no han tenido lugar en el futuro y que podrían llegar a pasar. En la depresión, la tristeza patológica dura en el tiempo, mínimo dos semanas y hay un cambio en el funcionamiento previo de la persona. Pero como hemos dicho antes, para llamarla, Trastorno de depresión mayor, ( según el DSM-V) tiene que ir acompañada de otros síntomas. Uno de ellos, puede ser un estado de ánimo deprimido (es decir, tristeza) o pérdida de interés o de placer.
Como vemos, para estar deprimido, no necesariamente hemos de estar tristes. Si hay una pérdida de interés o placer por las cosas, junto con otros síntomas también podría darse una depresión.
¿Cuáles son los criterios para diagnosticar un Trastorno de depresión mayor?
Para diagnosticar una depresión, se han de cumplir unos criterios específicos en concreto, 5 o más síntomas tienen que estar presentes, para realizar un diagnóstico clínico. Este diagnóstico se ha de realizar por un profesional. Diferencias entre tristeza y depresión hay muchas. Para hablar de depresión nos vamos a tener que fijar en los criterios diagnósticos del DSM-V (el manual de diagnóstico para los trastornos mentales).
- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días ( según como me siento o lo que me dicen los demás). Me siento triste, sin esperanza, vacío o se le ve lloroso y apagado.
- Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas la actividades, la mayor parte del día.
- Pérdida importante de peso (sin hacer dieta) o aumento de peso. (5% del peso corporal en 1 mes) También puede haber una disminución o aumento de apetito casi todos los días.
- Agitación o retraso psicomotor observable por los demás. No sirve solamente sentir la sensación de lentitud o inquietud sino que ha de ser observable por los demás.
- Insomnio o hipersomnia (dormir mucho) casi todos los días.
- Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
- Pensamientos de inutilidad o culpabilidad excesiva ( casi todos los días). No ha de ser solo autoreproche o culpa de estar enfermo.
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse casi todos los días.
- Pensamientos de muerte recurrentes ( no solo la idea de que me da miedo la muerte).
Todos estos síntomas causan en la persona un deterioro significativo a nivel laboral, social o en otras áreas de su vida.
«La mayor gloria de la vida no reside en no caernos nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos.»
-Nelson Mandela-
¿Cuáles son las 6 diferencias entre tristeza y depresión?
¿Cuáles son las diferencias entre tristeza y depresión? La tristeza puede tener diferentes intensidades; que van desde un leve malestar, hasta la desesperanza absoluta, que afecta a la persona en todas las áreas de su vida, provocando un retraso en los pensamientos y las acciones. La depresión en cambio incluye componentes mentales y emocionales.
Las 6 principales diferencias entre tristeza y depresión son:
1.La depresión puede venir acompañada de tristeza pero podemos estar tristes sin estar deprimidos.
2. La tristeza nos la causa algo concreto, una situación, un pensamiento, un hecho ( he roto con la pareja) en cambio, la depresión no tiene porqué tener una causa aparente.
3.La emoción de tristeza tiene una duración corta e intensa, como todo el resto de emociones básicas, en cambio, para diagnosticar depresión necesitamos mínimo dos semanas, y tenerla casi todos los días.
4.La tristeza tiene una utilidad ( la de aceptar la pérdida) la depresión se puede dar por un exceso de represión emocional o por otros motivos genéticos, sociales, endógenos o desconocidos.
5.En la depresión intervienen pensamientos negativos de inutilidad: no sirvo, no valgo para nada, es mi culpa etc. En la depresión pueden estar presentes, creencias irracionales sobre uno mismo y sobre cómo funciona el mundo, y por tanto, ataca directamente a la autoestima. En la tristeza no tiene por qué estar afectado el autoconcepto ni la autoestima.
6.En la tristeza puede haber una pérdida de interés momentánea por las cosas, en la depresión esta pérdida de interés o de placer se da casi todos los días.
El miedo a estar tristes nos hace mantener la tristeza en nuestro cuerpo
La tristeza no tiene muy buena fama a nivel social. Se nos exige que lleguemos a todo, que estemos bien todo el tiempo, y que nos recompongamos rápidamente de nuestras pérdidas. No nos damos permiso para sentir el duelo de lo que no ha podido ser. Un buen ejemplo, de esta exigencia, son los permisos que dan muchas empresas por muerte de un familiar. En la mayoría de casos son dos días de permiso por familiar directo. Este tipo de ejemplos, no nos permiten procesar la tristeza como sería adecuado para nuestro cuerpo.
La tristeza como refugio sano
Para poder aceptar los cambios, y hacer nuestros duelos diarios es necesario que estemos tristes y también enfadados. A veces, la tristeza esconde mucho enfado que es necesario que aprendamos a gestionar y ventilar.
La tristeza ha de ser nuestro refugio, nuestra compañera cuando es adaptativa, cuando realmente necesitamos procesar y aceptar los cambios. Al igual que todas las emociones básicas, la tristeza es necesaria para soltar y dejar ir lo que ya se terminó. Para ello, vamos a tener que: sentirla, vivirla, y dejar que entre aire fresco y renovado dentro nuestro.
Como conclusión, recuerda, si reprimimos y congelamos nuestras emociones estas se enquistan. Si en cambio, podemos llorar y expresar cuando sentimos la necesidad podemos fomentar nuestra higiene y bienestar emocional.
Importante: La depresión tiene que ser diagnosticada por un profesional de la salud. Si te sientes identificado, con estos síntomas, y crees que necesitas ayuda, siempre puedes contactar con nuestro equipo de psicólogos.