Cuando somos niños, nuestra tendencia natural, es confiar en los demás. A medida que nos vamos haciendo mayores, nuestras experiencias de vida, con nuestros padres, primero, y después con la gente que nos rodea, hace que esa confianza en los demás, y en la vida, se pueda ir haciendo cada vez más pequeña. ¿Por qué? Pues porque también descubrimos que nos pueden hacer daño, y que lo que esperamos de los demás no siempre se cumple.
Cuando el amor duele, y nos decepciona
A medida que vamos creciendo, vamos aprendiendo, que la vida no es perfecta, que las personas son imperfectas, y especialmente que nuestros padres también se equivocan. Desde bien pequeños, experimentamos el amor, y al abrirnos a ese amor, también quedamos expuestos al dolor y a que nos hieran.
Hagamos lo que hagamos, en algún momento de nuestra vida, las personas que queremos (padres,pareja, hijos, amigos, familiares) nos van a decepcionar, y nosotros, también vamos a decepcionar a nuestros padres, amigos, familiares, etc..Muchas veces, por el miedo a decepcionar vamos a dejar de hacer lo que queremos en realidad. Pero esta no es la solución, está bien decepcionar, porque no llueve al gusto de todos. Además, somos seres imperfectos,nos equivocamos y a la vez, podemos aprender de nuestros errores ( por suerte tenemos también esa capacidad).
Por ejemplo, cuando descubrimos el mundo de la pareja, abrimos nuestro corazón, y nos permitimos confiar en la otra persona. Tanto nos exponemos tanto a sentir mucha felicidad y bienestar, como a ser candidatos al dolor. Ambas cosas son posibles, y es importante que lo tengamos presente. Cuando ponemos amor en nuestra vida, la nutrimos, la enriquecemos y la llenamos de buenos sentimientos. Y también, a su vez, existe la posibilidad de que el amor se termine, y lo perdamos. ¿ Cómo volver a confiar después de que nos hieran?
Volver a confiar…¿es posible?
Sí es posible, si no, no tendríamos varias parejas a lo largo de nuestra vida. Algunos de los ingredientes que pueden servirnos para abrirnos de nuevo al amor, pueden ser:
- Para depositar nuestra confianza en los demás, primero hemos de confiar en nosotros mismos, y para eso, hemos de sentir que queremos que nos vaya bien, queremos lo mejor para nosotros mismos, porque la relación más importante que vamos a tener con nadie, es con nosotros mismos.
- Ver qué necesidades tenemos en cada momento, saber escucharlas y sobre todo respetarlas, nos ayudará a empezar a tratarnos mejor a nosotros.
- Una vez, hayamos recuperado poco a poco, el amor propio, podemos empezar a mirar a nuestro alrededor. Si hay alguien que nos interesa, p.e como amigo o como pareja, hemos de procurar soltar nuestros miedos, y atrevernos a saltar hacia lo desconocido.
«El Miedo llamó a la puerta. La Confianza abrió y fuera no había nadie.»
Si damos un salto de fe hacia lo nuevo, puede entrar aire fresco en nuestras vidas. ¿Qué nos pueden hacer daño? Sí, pero es mejor, iintentarlo que dejarnos arrastrar por el miedo. Abrirse al amor y confiar, en que al igual que yo, la otra persona también quiere lo mejor para mí.
Podemos arriesgarnos a vivir, siendo conscientes de que nos pueden decepcionar de nuevo, y aún así elegir amar.
