A nivel social nos educan en el “hacerlo bien”, en la exigencia, en la perfección.No está permitido ser imperfectos, equivocarse, meter la pata, y fallar. Está mal visto, como si fuera un fracaso o un pecado, equivocarte en tu día a día. Sin quererlo, nos abocamos hacia el éxito, y cuando fracasamos ¡qué frustración! Ya no somos buenos, no somos suficientes, no somos válidos. ¿Os suena este discurso? El miedo a equivocarnos es algo que está presente en nuestra vida.
El arte de equivocarse
No nos engañemos, equivocarse es un arte. ¿A qué me refiero? Hagamos lo que hagamos, lavamos a fastidiar. Cuanto antes lo asumamos mejor. Equivocarse es inevitable. Al menos yo me equivoco cada día, en muchas cosas; en casa, con mi familia, en el trabajo… Tenemos algunos refranes que muestran esto que comento: Equivocarse es de sabios, errar es de humanos…
A pesar de estos refranes, algunos siguen obsesionados en hacerlo todo perfecto. Oscar Wilde, dijo una vez: Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones. Estoy muy de acuerdo, a través del experimentar, de probar, de trastear…. vamos a aprender. Todos cometemos errores a diario, y quien diga lo contrario, miente, y no es capaz de asumir su parte imperfecta.
Hubo una vez, en que a mí me aterraba equivocarme. Sentía que me decepcionaba a mi misma, y sobretodo decepcionaba a los demás. Me hacía pequeña, como sí ya no fuera válida. Lloros y más lloros. Recuerdo mis conciertos de piano de pequeña, me ponía tan nerviosa, que siempre me acababa equivocando. Y lo vivía taaan mal…Ahí, salía mi exigencia, el querer hacerlo «bien». ¡Cuanto peso, qué cansado! ¡Me agotaba!
Quería ser perfecta, y cuanto más lo intentaba, peor era. No me permitía fallar. No me daba cuenta, que gracias a todas estas equivocaciones, aprendí a manejar la frustración, a saber que no siempre me pueden salir bien las cosas. Es más, es posible que la mayoría de veces me salgan peor de lo que me gustaría. Y ahora, aún a veces me enfado, un poco conmigo misma, y luego me doy cuenta, y intento aprender de mis errores. Porque no soy perfecta, ni pretendo serlo. ( uff que peso, que me he quitado de encima, aprendiendo esto).
Ser imperfectos es una virtud no un fallo
Busco la definición de imperfecto en el diccionario: 1. adj. No perfecto. Okay, ¿qué quiere decir no perfecto? Busco entonces la definición de Perfecto, a ver si me aclaro más.» Perfecto:2. adj. Que posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto».Vale, el grado máximo de una cualidad.Suerte que no poseo, el grado máximo en nada, sino ¡vaya carga, y vaya presión!
La imperfección puede ser una virtud, en la medida que nos liberamos, nos descargamos de piedras en la mochila. Además, estas piedras, normalmente no son nuestras, sino que vienen de mandatos familiares, que no hemos elegido.
Cuanto más imperfectos seamos, más felices vamos a ser. No solo como personas, sino también en nuestros diferentes roles. Como padres, como hijos, como profesionales, y en todas nuestras facetas de nuestra vida. Al bajar la exigencia, todo se vuelve más liviano y más llevadero.
¿Y si en vez de vivir en la cultura del éxito, nos adentráramos en la cultura del fracaso? El fracaso como mantra, como aprendizaje de vida, y como impulso para seguir intentándolo. Ahí dejo la propuesta.:-)
