Muchos de los problemas psicológicos que vemos en la consulta tienen que ver con las dinámicas que se dan en la familia. Por eso es importante saber qué es y cómo nos puede ayudar la terapia familiar sistémica.
Este enfoque psicoterapéutico entiende que los problemas psicológicos se dan dentro de un sistema, en este caso el contexto familiar, y que por lo tanto, no son exclusivos de una persona. Desde este modelo, se presta especial atención a las relaciones y a la comunicación que se establece en la familia, teniendo como principal objetivo cambiar las dinámicas de las relaciones entre cada una de las personas que forman parte.
Veamos los dos aspectos más relevantes de este tipo de terapia:
1. El todo es más que la suma de las partes.
Uno de los principios básicos de la terapia familiar sistémica es que formamos parte de un todo, la familia, y que si únicamente miramos una pequeña parte, como puede ser alguno de sus miembros, perdemos una información importante que es muy útil en la terapia para mejorar los problemas y promover el cambio. Cuando hablamos del todo en la familia nos referimos a las interacciones y al funcionamiento de todos los miembros del sistema.
2. Un cambio en uno de los elementos del sistema afectará al resto.
Desde este modelo se entiende que si una de las personas que forman parte de la familia realiza un cambio, el resto necesitará reajustarse para mantener el equilibrio. Imaginemos el sistema como una mesa de billar. Cuando todas las bolas están sobre la mesa, no hay movimiento sobre el sistema, cuando se toca la bola blanca, esta empieza a activar el movimiento en el resto de bolas, hasta reajustar el tablero y llegar al equilibrio.
La mirada sistémica
Ampliar la mirada de lo individual a lo colectivo, nos permite entender el funcionamiento e interrelación entre sistemas y desde ahí potenciar el cambio.
Nos puede ser útil tanto en terapia familiar, para resolver problemas de pareja o de relación entre padres e hijos, como en terapia individual enfocada a la solución de síntomas como la ansiedad o la depresión, los trastornos de la conducta alimentaria o cualquier otra dificultad personal.
Si crees que la terapia familiar te puede ayudar a resolver las dificultades de tu vida, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.