No tengo pareja y me siento sola me decía una persona el otro día en consulta. Cuando una relación de pareja se termina, tarde o temprano se experimenta soledad. Aunque sea muy desagradable y cueste, es un estado necesario para que te adaptes a la nueva realidad. Hay personas que tienen más facilidad para sostener la soledad, pero a otras se les hace un mundo.
Si has detectado que se te hace difícil y muy doloroso gestionar la soledad, seguramente es porque se te han despertado heridas de abandono o rechazo que ya existían previamente. Por lo que no únicamente estás lidiando con la soledad actual, sino con tu historia y todo aquello que aún no está resuelto.
Cuando las heridas de abandono y rechazo no están trabajadas, la vida te las va confrontando ante distintas situaciones: cuando no te sientes suficientemente cuidada, cuando no te reconocen en el trabajo o por ejemplo, en una ruptura de pareja. En consecuencia, transitar el duelo va a ser un poco más complicado.
Por qué me cuesta estar solo después de una relación
Adaptarse a la nueva realidad no es ni fácil ni rápido. Sobretodo cuando uno viene de una relación larga y con un proyecto compartido. La vida continúa y tienes que luchar entre seguir adelante y gestionar emociones muy dolorosas como la tristeza, el miedo o la ira y esto, no es sencillo.
Es habitual que compares tu nueva realidad con la que tenías antes cuando estabas en pareja y que ésta te resulte mejor. Por lo que muchas veces se comete el error de buscar cómo recuperar las sensaciones que había antes y no adaptarse de forma individual a la nueva etapa y esto, puede resultar muy frustrante.
Algunos pensamientos habituales que solemos oír en consulta son los siguientes. Vamos a comentarlos uno por uno:
– Me siento sola sin pareja
Este pensamiento lo verbalizan tanto personas que acaban de salir de una relación como personas que llevan ya un tiempo solteras. Los cánones sociales constantemente nos recuerdan que la vida está hecha para vivirla en pareja y además a partir de cierta edad empieza la presión social, que añade más frustración y agobio.
– No me siento querida por nadie
Este pensamiento tiene que ver con las heridas ocultas que se te despiertan a raíz de conectar con la soledad. Aparece la sensación de abandono, de no ser suficiente, de que eres la oveja negra, etcétera. Por lo que es muy importante poder sanar tus heridas para aprender a estar sola contigo misma.
– Estoy soltera y me siento sola
En función de la edad que tengas y en qué punto se encuentre tu entorno puede ser que te sientas más o menos sola. Por ejemplo: si tu círculo social está en una situación parecida a la tuya, es probable que te sientas más acompañada. No obstante, si tienen pareja/hijos, puede ser que te sientas más sola en la vida.
¿Se puede ser feliz sin pareja?
Estar sin pareja tiene cosas muy positivas. He observado muchas personas que a raíz de una ruptura de pareja inician un proceso de crecimiento personal, ya sea acudiendo a un proceso psicoterapéutico o trabajando a partir de sus propios recursos.
Este proceso de crecimiento personal es un viaje de empoderamiento, de conectar de nuevo con la esencia de uno mismo y permitirse hacer cosas nuevas. Por lo que se puede ser feliz y estar llena sin pareja. No obstante, primero te tienes que dar un tiempo y un margen para transitar el duelo y volver a la calma.
Es recomendable después de finalizar una relación pasar un tiempo solo, para poder reconectar con tus necesidades, disfrutar de esta nueva etapa y crecer. Sin embargo, hay personas que les asusta tanto no poder ser felices solas que buscan rápidamente otra relación.
¿Y si me siento sola con mi pareja?
Lo peor es estar con alguien y sentirse solo, me decía el otro día una paciente. Es habitual pensar que la peor soledad es sentirse solo estando acompañado. Si es algo puntual puede ser una cuestión de expectativas o de mala comunicación. No obstante, si te sientes así de forma persistente, se recomienda hacerlo frente.
Muchas veces no soltamos esa relación por miedo a estar solas, a la ruptura, a la nueva vida. Sin embargo, en dichos casos eso que tanto temes ya se está dando. Recuerda que sentirse solo es una sensación, no un estado. Por lo que, paradójicamente, no rompes esa relación por miedo a la soledad cuando realmente ya estás haciendo frente a ese estado.
A veces, darse cuenta de esto te hace ver que de alguna forma no es tan terrible la soledad ya que la estabas gestionando sin darte cuenta, y en consecuencia, dejas de tener tanto miedo. En este punto es un buen momento valorar si quieres soltar esta relación o quedarte por que es tu zona de comodidad.
Cómo aprender a estar solo sin depender de una pareja
Aprender a estar sola es un paso muy importante y necesario para tu salud mental ya que del contrario vas a buscar relaciones rápidas y crear cierta dependencia emocional con tu pareja. Por ello, a continuación te propongo 4 maneras de mejorar tu bienestar ante la soledad:
¿Me voy a quedar sola para siempre?
Esta pregunta es un miedo que muchas personas plantean en terapia. Tanto cuando la relación se acaba de romper como personas que ya llevan un tiempo solteras. Puede llegar a ser muy frustrante sentir que uno se puede quedar solo para siempre.
A veces, el miedo te puede llevar a obsesionarte: pensar constantemente en la necesidad de encontrar pareja, de qué manera podrías conocer a alguien, etc. No obstante, esta necesidad y prisa es la que a veces termina alejando a la personas que conoces, ya que se abruman.
Si sientes que te cuesta estar solo, que después de terminar una relación ya estás metido en otra o bien que te has obsesionado con encontrar a alguien, es un buen momento para decidir empezar un proceso de crecimiento personal y disfrutar de la relación contigo mismo.