Es posible que hayas oído frases tipo: – ”para qué ir a terapia si ya tengo amigos que me escuchan” o “los psicólogos te sacan dinero, total para que te digan lo que tienes que hacer..” Hay muchos mitos que actualmente aún perjudican a la psicología y a las personas que se ven en necesidad de pedir ayuda. No tengas miedo de sentir que necesitas el acompañamiento de un profesional de la psicología, es posible que te surjan algunas dudas, y por eso, vamos a desmontar algunos mitos sobre los psicólogos y la terapia.
Barreras y mitos sobre los psicólogos y la terapia
Muchas personas no se atreven ir a terapia, pues sienten dudas, miedos o desconocimiento sobre cómo es el proceso en sí. Algunas barreras comunes pueden ser el precio, el miedo a sentirse juzgado, el miedo a que no les vaya a servir, o incluso malas experiencias con psicólogos anteriores.
Es por eso, que en este artículo vamos a hablar de los 10 barreras principales que creemos que pueden echar para atrás a las personas y no decidirse a empezar la terapia.
1. El psicólogo me va a decir lo que tengo que hacer
El psicólogo nunca te va a decir lo que tienes que hacer. Ni tiene la verdad absoluta ni ha de pretender tenerla. El psicólogo lo que hace es acompañarte para que puedas ver tus problemas desde otra perspectiva. Te ayuda a que descubras las herramientas que ya tienes dentro, y las empieces a utilizar. Por ejemplo, el psicólogo nunca te va a decir: – tienes que dejar a tu pareja, o tienes que buscar trabajo,etc. Te puede hacer determinadas preguntas para que puedas ver si estás a gusto con tu pareja, o si te sientes contento con tu trabajo, pero siempre tiene que respetar tus decisiones sobre tu vida.
2. El psicólogo me va a dar pastillas y sólo así soluciono lo que me pasa
Los psicólogos no pueden medicar. Los únicos que pueden dar medicación son los psiquiatras o médicos. A veces, es necesario combinar el tratamiento psicológico con un tratamiento farmacológico dependiendo de la gravedad de los síntomas. Pero en la mayoría de casos, con la psicoterapia se puede mejorar muchísimo y ayudar a que te tomes la vida de otra manera.
“Al transformar la realidad nos transformamos a nosotros mismos”.
– Augusto Boal –
Algunas personas piensan que es una tontería hacer terapia si con unas pastillas se soluciona su problema. Pero, tienes que plantearte, ¿realmente se soluciona? Las pastillas pueden ayudar en determinados casos, pero en muchos casos va a ser necesario una terapia para que puedas descubrir cómo y porqué mantienes tus problemas y qué puedes hacer para solucionarlos.
3. El psicólogo me va a leer la mente sin que yo le diga nada
Los psicólogos no son mentalistas, ni magos. Son personas de carne y hueso que por mucho que hayan estudiado la mente y el comportamiento humano, no tienen telepatía, ni están analizando todo lo que haces. Piensa que el psicólogo puede saber mucho de psicología pero tú eres el que se conoce mejor. Por tanto, eres el que va a saber más cosas sobre ti mismo.
Lo que va a hacer un buen terapeuta es interesarse por tu historia, y ver cómo la elaboras y cómo cambiando la manera que te cuentas lo que te pasa, vas a ir percibiendo cambios sobre ti mismo. En definitiva se trata de recuperar tu alegría, y para toca revisar qué te está funcionando y qué es lo que no te funciona.
4.El tiempo lo cura todo, no hace falta ir al psicólogo
El tiempo hay cosas que parece que alivia, pero en realidad no cura lo que duele. Lo que produce tristeza, o da rabia o susto se puede quedar estancado en tu recuerdo. Si lo vuelves a revivir y no lo tienes resuelto, vas a sentir las mismas emociones que experimentaste en el momento que lo estabas viviendo como si no hubieran pasado los años.
A todo el mundo le iría bien una terapia, nunca está de más hacer prevención de la salud emocional y fomentar el autoconocimiento. Volviendo a el tiempo que cura todo, sobretodo a si tienes asuntos pendientes por resolver en tu pasado que sepas que el tiempo puede adormilar pero no olvida hasta que no se trabaja y sana la herida.
5.No hace falta un psicólogo, solo con hablar ya se soluciona mi problema
Hablar y compartir el malestar emocional es importante, pero no suficiente. Sólo con hablar no solucionamos lo que nos pasa. Sino, con los amigos bastaría y normalmente no basta. El psicólogo al no juzgarte y no darte consejos te permite que puedas ver con otro punto de vista tu vida y tus problemas. Te ayuda a relativizar y dar un giro a lo que te preocupa para poder estar más tranquilo.
6.La terapia psicológica es un proceso muy largo y caro
No todos los psicólogos hacen procesos largos de terapia. En todo caso, la terapia dura lo que tú quieras que dure. El psicólogo te puede dar unas pautas sobre cuál es su encuadre terapéutico pero no te va a dar el alta, eres tú quien, igual que decides cuando empieza la terapia, decides cuando acaba. De esta manera, te responsabilizas de tu proceso y de tu cambio y no dependes de tu terapeuta para saber si estás mejor o peor. El psicólogo es una inversión para tu salud mental y emocional. Cierto que algunas personas no se lo pueden permitir, pero si lo ves como una cosa puntual en un periodo de tiempo, la perspectiva cambia.
7.El psicólogo me va a cambiar tanto que ya no seré el mismo
El psicólogo no tiene poderes y no te va a cambiar. Vas a conocer aspectos de ti nuevos, y eso puede dar un poco de miedo, pero la terapia siempre se enfoca para que encuentres tus propias herramientas para sentirte mejor. Así que, puede ser que no seas el mismo, pero serás una versión 2.0 de ti mismo, ¿qué te parece, mola no?
8.El psicólogo no tiene problemas, ni le afectan las cosas
Como decía antes, el psicoterapeuta es una persona cómo tú, así que por supuesto que le afectan las cosas, y tiene problemas, que intenta resolver con las herramientas que ha ido adquiriendo a lo largo de su vida.
Lo que pasa es que si el propio terapeuta ha hecho un proceso de terapia, le será más fácil saber cuando está poniendo cosas suyas o cuando te está ayudando de verdad. Además, si tiene un buen entrenamiento, el psicólogo ha aprendido a acompañar a las personas, y a no dejarse arrastrar por todo lo que les pasa a sus pacientes/clientes.
9.El psicólogo me va a juzgar y decir su opinión personal sobre lo que me pasa
El psicólogo no te tiene que juzgar ni dar su opinión personal. Si te sientes juzgado es importante que lo hables con tu terapeuta. Un psicólogo acompaña, no es un juez y no le corresponde ese papel.
Puede confrontar en ciertas ocasiones pero siempre con un fin terapéutico y desde el respeto a la otra persona. Si te sientes diferente es importante que lo comentes y que revises tu relación terapéutica. En el código deontológico de los psicólogos no se les permite juzgar a las personas. Si te encuentras con alguien que lo haga, huye y no pares hasta encontrar un profesional de la psicología con el que conectes.
10. El psicólogo me hará preguntas que no quiero responder
Puede ser que te haga preguntas con el fin de entender mejor lo que te pasa, pero si notas que va demasiado rápido, no estás obligado a responderlas. Es importante que sientas que el psicólogo respeta tus ritmos y necesidades. Sería interesante que lo hablaras con él, en vez de guardártelo dentro.
En conclusión, ir al psicólogo no es de locos, sino es de personas que piden ayuda cuando notan que no pueden solos. Y está bien, nadie te tiene que juzgar por querer realizar una terapia. Es importante que estés con un profesional que te inspire confianza y con el que sientas que te puedes sentir cómo para abrirte, porqué sino, va a ser muy difícil que la terapia funcione.
Ir desmontando los mitos sobre los psicólogos y la terapia es importante para vencer tabues y empezar a normaliar el hecho de que todos en algún momento dado vamos a necesitar ayuda en nuestra vida. Y podemos estar orgullosos de ello.
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