La ley del hielo es un concepto que no es nuevo.¿Alguna vez has sentido como alguien ha dejado de hablarte y no tener en cuenta lo que decías?,¿te has dado cuenta que la otra persona fingía no escucharte, tomaba distancia y evitaba tu compañía? e incluso, ¿has percibido que tus peticiones o necesidades se han pasado por alto haciéndote sentir invisible y anulado/a?.
Entonces, es posible que hayas sido víctima de la la ley del hielo, una forma de abuso psicológico encubierta.
Te preguntarás qué es la famosa ley del hielo o bien es posible que también recuerdes alguna situación personal en la que, a veces, tú también hayas podido u optado por aplicarla de manera inconsciente, sin conocer muy bien la toxicidad y consecuencias negativas que tiene para la otra persona y para ti mismo.
¿Qué es y en qué consiste “la ley del hielo”?
La ley del hielo es cuando no tomamos en cuenta lo que la otra persona nos dice o expresa, fingiendo que no lo estamos escuchando. Así, podemos tomar distancia y evitar su compañía comportándonos como si ésta fuera invisible y pasando por alto sus necesidades y/o peticiones.
Es una forma de abuso psicológico encubierta que denota no sólo la inmadurez y la falta de inteligencia emocional sino de que se trata de un intento por controlar y vejar a los demás. De esta manera, constituye un comportamiento nocivo y tóxico que puede causar diversos y graves efectos en el otro.
“Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra”
-Georges Clemenceau –
Efectos de la ley del hielo
¿Por qué es tan nocivo este tipo de comportamientos asociados a “la ley de hielo”?
-Causa estrés emocional y traumas:
El hecho de ignorar a alguien puede llegar a hacer que el otro experimente sentimientos negativos muy intensos de devaluación e incomprensión al no saber interpretar el porqué de ese silencio.
-Sentimientos de tristeza y/o depresión:
Estos sentimientos de tristeza y, en algunos casos, de depresión se comienzan a desarrollar y experimentar por el hecho de que cuando ignoras a una persona estas de una forma disfrazada y encubierta acusándola de manera implícita y directa. Y de este modo se torna, a su vez, en una forma enfermiza o tóxica de afrontar un conflicto que no permite el flujo de la comunicación.
-Sentimientos de ira, miedo y culpa:
Estos sentimientos tienen como consecuencia la angustia al no conocer a qué se debe la situación o qué se está haciendo mal por parte del otro. Además el no ser tenido en cuenta se experimenta una sensación de pérdida de control, sentimientos de indefensión aprendida y un fuerte estrés que deriva en una merma de la salud tanto física como psíquica.
-Estrés psicológico:
Junto con la montaña rusa emocional anterior no sólo se destruye el sentido de la autoestima y el sentido de la propia valía, sino que también se observan aumentos en los niveles de estrés, lo que deriva en tristeza, pérdida, extravío, y abandono llegando la víctima a sentir que no tiene control de la situación.
-Cambios en el cerebro:
De acuerdo con los últimos estudios realizados, “la ley del hielo” puede provocar cambios en el cerebro, en concreto, en la corteza cingulada anterior, cuya función es la de detección de los diferentes umbrales de dolor en el ser humano. El hecho de ser excluido e ignorado hace que esta zona cerebral se active cuando a alguien se la le aplica la ley de hielo.
”La ley del hielo más que una actitud de inmadurez y desconsideración hacia el otro»
¿Cómo afecta el silencio que castiga?
El silencio puede traer paz interior, reflexión, calma, atención plena y sosiego, pero cuando se emplea en la ley del hielo, éste se convierte en un arma muy poderosa. Por ello, provoca dolor, frustración, ansiedad, y exasperación pudiendo llegar a ser más agresivo que un ataque verbal.
-El silencio manipula y castiga:
El enojo expresado indirectamente de manera pasivo-agresiva provoca una alta irritabilidad y una actitud manipulativa que confunde y enerva al otro.
-El silencio pretende controlar y es una forma de abuso:
El poder del silencio es muy grande y agresivo, ya que, genera culpa, duda en las percepciones, defensividad y deseos de huir de la situación. Con él nos manda el mensaje de que no somos importantes, valiosos o merecedores de atención.
-El silencio pretende anular y herir:
El silencio es una forma de mostrar poder y herirte con la que el silencioso pretende provocar que admitas que cometiste una ofensa y te disculpes. Pero, como no sabes cuál es la ofensa, no puedes disculparte.
Y en esta lucha las dos partes involucradas perdéis. El silencioso porque está centrado en su lucha por su afán competitivo y menospreciativo hacia tu persona y tú como receptor pasivo porque sufres al desconocer y no saber cómo actuar.
“El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos”.
-Miles Davis-
-El silencio provoca resentimiento:
Ignorar a alguien es agredirlo y no sólo es doloroso sino que nos hiere en lo más profundo de nuestro ser y provoca resentimiento. Resentimiento que se acumula y más tarde o temprano explota teniendo consecuencias para nuestra salud integral.
Aprende a gestionar de forma saludable la ley del hielo
-La base es una buena comunicación:
Rompe el silencio y comunícate buscando siempre las soluciones más sencillas, en este caso, hablar. No pretendas e intentes resolver el enfado o las ofensas con silencio dando por hecho que el otro puede leer tu pensamiento o debería saber qué te ocurre porque no lo puede saber si tú no se lo expresas. Es mejor que confíes en ti, te acerques a la persona y rompas el silencio.
“Tu desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende”.
-Miguel de Unamuno-
-Comprende que la ley del hielo puede dañar las relaciones:
Al tratarse de una forma de abuso castigas deliberadamente a la otra persona por algo que hizo. Y usarla con frecuencia como una forma de represalia no te servirá como forma de resolver los problemas sino que creará resentimiento en la otra persona como ya indicamos anteriormente
-Se asertivo y fortalece tu autoestima:
Se asertivo y vela por tus derechos. No demuestres ira y tampoco fuerces a la persona de manera pasivo-agresiva para que te hable ni provoques una discusión. Daros algo de espacio hasta que la situación se calme y esforzaros por tener una apariencia relajada y positiva ayudará a al acercarse al otro.
-Sé empático y trata de ver la situación desde el punto de vista de la otra persona:
Ten en cuenta que la comunicación es recíproca. Por ello, procura sentir empatía por la persona y ver las cosas desde su perspectiva examinando qué aconteció y precedió a “la ley del hielo”.
-Comunícate con humildad y en primera persona:
Hablar en primera persona es una manera práctica y eficaz de compartir lo que piensas y sientes sin culpar a la otra persona. Esto te ayudará a escuchar de manera activa y asertiva.
-Fija límites personales:
Fija tus límites en tus relaciones, ya que, de esta manera estarás incrementando las probabilidades de vivir según y de acuerdo a tus valores personales.
-Desarrolla tus habilidades de comunicación:
Si tienes dificultad para expresar tus sentimientos y emociones siempre puedes buscar un asesoramiento y ayuda profesional que puede enseñarte a comunicarte mejor y de manera asertiva.
-Termina con las relaciones que abusan de ti emocionalmente:
Recuerda que la conducta de ignorar a una persona con el fin de molestarla o castigarla puede ser un arma que puede dañar la autoestima, la autoimagen e incluso la identidad de la persona. No se trata de una herramienta educativa.
Aplicar la ley del hielo no es algo tan sutil ni de tan poca importancia como aparentemente parece sino que es una forma de maltrato y abuso psicológico disfrazado y encubierto de la que tienes que estar alerta e informado/a.
Contáctanos si crees que necesitas ayuda para superar tus problemas con la ley del hielo.
Artículo escrito para el blog Psicoemocionat por Gema Huerta López-Lillo.