¿Le das importancia a las pequeñas cosas, de tu día? Encontrar el placer de realizar las actividades cotidianas no siempre es fácil ya que, a menudo, nos centramos tanto en lo que “tenemos que hacer” que pasamos por alto lo más importante, disfrutar del momento presente. Nuestra lista de obligaciones puede llegar a ser infinita. ¿Cómo podemos estar más presentes y darnos espacio para disfrutar? Si no saboreamos el momento va a ser muy complicado que podamos llegar a sentir bienestar en nuestra vida.
Fijarte en la meta y no en el proceso
Imagina que llevas todo el día, intentando terminar un trabajo que necesitas entregar mañana. ¿En qué te centras más, en que tienes que finalizar la tarea, o en cómo estás haciendo la tarea? Seguramente tu respuesta sea, la primera opción, te fijas en el destino, no en el camino. ¿Qué consecuencias tiene que te fijes solamente en el objetivo final y no en el proceso de lo que haces? Te pierdes toda la parte interesante del día.
Otro ejemplo, quieres hacer limpieza en casa, y en vez de limpiar con tranquilidad, te pasas toda la mañana, intentando acabar rápido para poder hacer “otras cosas más importantes”. ¿Te has enterado de cómo ibas limpiando las estanterías? Seguramente no. ¿Por qué? Pues porque seguramente ibas en piloto automático, es decir, no has puesto atención a lo que estabas haciendo.
“La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.”
– Benjamin Franklin –
¿Te identificas con las sensación de estar haciendo algo, y pensando en otra cosa bien diferente? Piensa que cada vez que haces una acción, como la de lavarte los dientes, y estás pensando en qué vas a comer después, estás perdiendo tiempo de tu vida.
Por qué importan las pequeñeces diarias
Muchas veces, he oído a gente decir: – ¡pero si no hago multitarea, no voy a terminar nunca, voy muy despacio! Es posible, pero, el desarrollar la consciencia en lo que estás haciendo te va a permitir encontrar pequeñas alegrías en tus actividades cotidianas y más adelante quizás poder fluir en tu vida con más facilidad.
“Disfruta de las pequeñas cosas, porque tal vez un día vuelvas la vista atrás, y te des cuenta de que eran cosas grandes”
-Robert Brault-
Las cosas pequeñas importan, porque al sumarlas, te dan todo tu día. Un día cualquiera se compone de pequeños momentos que estás viviendo aquí y ahora. Poder practicar la atención plena o mindfulness, en todo lo que haces te va a proporcionar tranquilidad y estabilidad en tu vida.
Sal de tu piloto automático y toma consciencia de las pequeñas cosas
Cada vez que hagas una actividad, o alguna tarea sencilla, como puede ser, lavarte los dientes, conducir, escuchar y hablar con alguien, presta atención a lo que estás haciendo. No des nada por sentado. De esta forma podrás descubrirte con una mirada nueva. En lo pequeño está lo grande.
- Observa con la curiosidad de un niño tus actos sin juzgarlos.
- Aprende a dejar que tus pensamientos fluyan como si fueran nubes que vienen y se van.
- Presta atención a las sensaciones físicas que sientes en tu cuerpo sin querer cambiarlas.
- Sé consciente de cómo cambia tu mundo si dejas de estar en piloto automático y empiezas a prestar atención a ti mismo y a tu alrededor.
- Valora los pequeños gestos de los demás, aunque sea una palabra, una mirada o una sonrisa, todo cuenta.
Recuerda por tanto, que dando valor a las pequeñas cosas de tu vida, tu corazón se expande y puede encontrar su frescura. Las gafas con las que ves el mundo, al prestar la atención a las pequeñas cosas, se amplían y se llenan de colores.