Hoy os voy a hablar de las inteligencias múltiples. El diccionario de la Real Academia Española de la lengua define la inteligencia, como la «capacidad para entender o comprender» y como la «capacidad para resolver problemas«. La inteligencia parece estar ligada a otras funciones mentales como la percepción, o capacidad de recibir información, y la memoria, o capacidad de almacenarla.
Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible. Se nacía inteligente o no, y la educación no podía cambiar ese hecho. Se descubrió una manera de medir la inteligencia. El test que más se utiliza actualmente es: La escala de Inteligencia de Weschler, que considera la inteligencia, como algo global.
El problema de las mediciones, es quién les atribuye una desmesurada importancia. Actualmente se sabe a través de estudios que la inteligencia no es algo inamovible, sino que va variando a lo largo de la adolescencia cuando el cerebro aún está en desarrollo. Los resultados no son constantes y pueden ir variando a lo largo de los años. Nada es permanente y es necesario seguir estudiando.
Howard Gardner, es quién revoluciona hace más de veinte años la educación con su teoría de las inteligencias múltiples. Gardner, explica la inteligencia con una metáfora. Si crees en una inteligencia única, tienes un solo un ordenador en la cabeza, y si funciona bien, estás dentro de la media, si funciona muy bien estarás por encima de la media, y si funciona mal, estarás por debajo de la media.
En cambio según la teoría de las inteligencias múltiples si tenemos una serie de ordenadores independientes, uno se encarga de la inteligencia musical, otro de la inteligencia corporal, y otro de la matemática… etc…
Amplía el campo de lo que es la inteligencia entendida como el coeficiente intelectual y reconoce lo que se sabía intuitivamente: que la brillantez académica no basta. A la hora de salir adelante en la vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay gente de gran capacidad intelectual que por el contrario, es incapaz de relacionarse con la gente, o de expresar sus emociones.
A su vez, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida personal. Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo se utiliza un tipo de inteligencia distinto. No mejor ni peor, pero sí distinto. Dicho de otro modo, Einstein no es más ni menos inteligente que Michael Jordan, simplemente sus inteligencias pertenecen a campos diferentes.
Gardner, entiende las inteligencias como capacidades señalando que todos los seres humanos poseen ocho inteligencias en mayor o menor medida.
Gardner enfatiza el hecho de que todas las inteligencias son igualmente importantes y, según esto, el problema sería que el sistema escolar vigente no las trata por igual sino que prioriza las dos primeras de la lista, (la inteligencia lógico – matemática y la inteligencia lingüística) hasta el punto de negar la existencia de las demás.
Gracias a la introducción de las nuevas tecnologías, está obsoleto que se siga insistiendo en que todos los alumnos aprendan de la misma manera. La misma materia se podría presentar de formas muy diversas que permitan al alumno asimilarla partiendo de sus capacidades y aprovechando sus puntos fuertes. Además, tendría que plantearse si una educación centrada en sólo dos tipos de inteligencia es la más adecuada para preparar a los alumnos para vivir en un mundo donde toda la información está al alcance de un click.
¿ Qué pasaría pues, si en vez de hacer que un niño memorice, toda una lección, pueda, en función de su inteligencia aprender eso mismo, de manera personalizada? Quizá los profesores tengan, que ser unos guías que ayuden a los alumnos a descubrir de qué manera aprenden mejor y potenciarlo para aprender.
Gardner habla de de aprendizaje de por vida, el aprendizaje no se acaba nunca, es algo de por vida. Hace dos décadas la enseñanza personalizada era algo impensable. Ahora gracias a las nuevas tecnologías podemos dejar atrás la enseñanza de la revolución industrial cortada por un patrón único e imaginar una enseñanza creativa potenciando las capacidades de cada alumno, a nivel individual.
Aún hay esperanza.
Os dejo, una entrevista que se le hizo a Gardner para el programa Redes, cuando le dieron el Premio príncipe de Astúrias .