Te terminas 2015. Y me gusta despedirte como te mereces. A lo grande. Porque has sido un año muy intenso con tus cosas increíbles y tus asuntos dolorosos. Con tus más y tus menos. Pero aún así, te mereces un agradecimiento y también decirte lo que no me ha gustado del 2015.. Sí has leído bien. Porque si no lo suelto, reviento. Empecemos por lo que me da rabia de ti, con lo que me hubiera gustado que fuera diferente.
- Me podrías haber ahorrado sufrimiento, peleas y conflictos varios.
- Podrías haber sido más comprensivo y no ponérmelo tan difícil.
- Podrías haberme dado más de lo que pedía para este año.
- Podrías haberme ahorrado las pérdidas afectivas.
- Me podría haber tocado la lotería…
- Tantas cosas podrían haber sido y no han podido ser…
Esto es lo que me enfada de ti 2015. Pero ahora veo, que si me centro en el enfado, me quedo instalada en el pasado y no puedo valorar lo que SI me has dado, lo que SI agradezco y he aprendido de ti estos 365 días.
- He aprendido a disfrutar más de los pequeños momentos del día a día.
- He aprendido que el amor es mejor con los ojos abiertos y lo más real posible (adiós amor romántico, hola amor real).
- He aprendido a dejar de justificarme cuando tomo una decisión.
- He aprendido a dejar de complacer para agradar.
- He aprendido cuán frágil soy y qué un día estamos y al siguiente no.
- He aprendido a desdramatizar lo que me pasa.
- He aprendido a ayudar a los demás desde la humildad.
- He aprendido a no recrearme en mis heridas emocionales infantiles.
- He aprendido a expresar mi enfado cuando lo siento en vez de guardármelo.
- He aprendido a cuidarme y darme más placeres varios.
- He aprendido a valorar más a mis afectos en sus cosas mundanas.
- He aprendido a ser más empática con los que me rodean.
- He aprendido a ser imperfecta y sentirme orgullosa de ello.
- He aprendido que tenía una fuerza de la que no era consciente.
- Y sobretodo, sobretodo he aprendido a ACEPTAR la vida tal y como es, sin intentar cambiar los hechos a veces traumáticos que me han pasado este 2015.
Gracias 2015, porque sin vivirte, no hubiera podido ser quien soy hoy.
Doy la bienvenida al 2016 desde la confianza y las ganas de experimentar cosas nuevas. Para el 2016 me pido a mi misma confiar aún más en la vida, y ser más constante.
¿Y a ti, qué te enfada y qué has aprendido del 2015? ¿Y que te pides a ti mismo para el 2016?
Feliz 2016, gracias 2015.