Más de 2 millones de españoles sufrieron depresión en 2015 según un estudio publicado en la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto representa un 5,2% de la población española, y la prevalencia en el mundo ha ido aumentando.
La Depresión puede ser debida a una causa genética, un desequilibrio químico del cerebro, cambios vitales o por problemas cotidianos que llegan a ser muy abrumadores y que hacen que tu equilibrio emocional se desajuste de forma pronunciada.
Puede ser tratada tanto con psicoterapia, con medicamentos que restauran el balance químico del cerebro o con la combinación de ambos. Por tanto, ya te avanzo que sí, es posible tratar la depresión sin medicación.
Pero, se tienen que tener en cuenta algunos factores importantes para valorar de qué forma se realiza el tratamiento. Vamos a entender qué es la depresión y qué factores tenemos que tener en cuenta para el tratamiento.
No es lo mismo estar triste que estar deprimido
Existe una confusión de palabras con respecto a la depresión y la tristeza. Son conceptos diferentes, pero a menudo se suelen confundir. Es normal que puedas sentirte triste durante diferentes momentos de tu vida. Pero si estás deprimido, no solo vas a sentir tristeza sino otros síntomas, como pueden ser, la falta de ganas por hacer lo que antes te apetecía mucho.
A veces, en un ambiente distendido de conversación seguro que te has referido o has escuchado a alguien decir “estoy deprimido” o “creo que tengo depresión” por sentir tristeza, pero lo cierto es que en la depresión hay más factores implicados. Las diferencias entre la tristeza y depresión las explicamos en este otro artículo.
Hoy en día existe la tendencia a querer clasificar y a ponerle nombre a cualquier malestar que pueda aparecer, pero nos cuesta nombrar las emociones que sentimos, porque a la depresión también se le llama “tristeza patológica”.
¿Cómo se define el trastorno depresivo?
La OMS define la depresión como “un trastorno mental frecuente que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés/placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
Imagina que un amigo de tu grupo que antes venía siempre, te comenta que por el cansancio del trabajo ha dejado de salir tanto, pero ves que tampoco toma la iniciativa ni responde a los planes que proponen otros, con la excusa de que va muy líado…
No existe una causa única conocida de la depresión. Más bien, esta parece ser el resultado de una combinación de factores genéticos, bioquímicos, y psicológicos. De todas maneras, vamos a ver cómo puede afectarte y qué tipos de tratamientos hay.
La depresión, puede afectarte de cuatro maneras específicas
1) Físicamente (dificultades para dormir, poca energía, fatiga , dolor, y problemas digestivos).
2) Emocionalmente (sentirse triste, sin esperanza, inútil, irritable ).
“A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado a sí mismas. Pero el sí mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno crea”. – Thomas Szasz-
3) Cognitivamente (pensar que lo peor va a suceder, pensar que las cosas nunca van a mejorar).
4) Modificar tu comportamiento (aislarse de las personas o de actividades que considerabas importantes).
¿Qué criterios indican la presencia del trastorno de depresión?
Pero en este caso el CIE-10 considera que un episodio depresivo ya se puede diagnosticar con estas indicaciones:
-Si dura al menos dos semanas.
– Si no se atribuye al abuso de sustancias psicoactivas o a trastorno mental orgánico.
Además que si nos ocurren cuatro o más de los síntomas siguientes:
– Pérdida importante del interés o capacidad de disfrutar de actividades que normalmente eran placenteras.
– Ausencia de reacciones emocionales ante acontecimientos que habitualmente provocan una respuesta.
– Despertarse por la mañana dos o más horas antes de la hora habitual.
– Empeoramiento matutino del humor depresivo
– Presencia de enlentecimiento motor o agitación
– Pérdida marcada del apetito
– Pérdida de peso de al menos 5% en el último mes
– Notable disminución del interés sexual.
Qué tipos de tratamiento para la depresión hay
Tenemos diferentes tipos de tratamiento para la depresión.
Tratamiento Psicológico: Se trabajan los pensamientos y emociones asociadas a la depresión, buscando nuevas alternativas que hagan sentir a la persona mejor. También se hace hincapié en que la persona con depresión cambie su conducta. ( por ejemplo, en vez de quedarse en casa, realizar actividades que le han sentir mejor, o empezar proyectos que antes le hacían ilusión).
El objetivo del tratamiento psicológico es por un lado, desactivar los síntomas (emociones y pensamientos) a la vez que se cambia la conducta. Por otro lado, también es importante, permitir que la persona exprese su tristeza y aprenda nuevas herramientas para afrontar lo que le pasa.
Tratamiento farmacológico: Los antidepresivos alteran las funciones químicas del cerebro que hacen de intermediarios en la transmisión de información entre las neuronas. Afectan a las sinapsis cerebrales, aumentando la cantidad de neurotransmisores disponibles.
La medicación no siempre es la única solución
Se ha comprobado a través de estudios científicos que la medicación para la depresión es más efectiva para las depresiones graves que para las leves. La medicación en los trastornos emocionales anestesia el dolor y el sufrimiento pero continúa ahí, solo que no se siente, y no sentir no es la solución.
En muchos casos la medicación sirve para adormecer el malestar, pero no lo hace desaparecer. Es decir, si tomas medicación contra la depresión pero no haces un trabajo terapéutico para cambiar tus pensamientos y conductas, no siempre va a ser suficiente para cambiar que haya una mejora significativa.
La psicoterapia puede ser la mejor opción para tratar la depresión leve a moderada. Sin embargo, para casos graves de depresión o para ciertas personas, la psicoterapia puede no ser suficiente.
¿Qué te puede ayudar a sentirte mejor?
Si tu psiquiatra de referencia te ha recomendado medicación y quieres seguir sus indicaciones, sería interesante que pudieras acompañar el proceso con un trabajo terapéutico para poder cambiar desde dentro todas aquellas preocupaciones y limitaciones que no te permiten ser feliz.
Olvídate de la etiqueta de “depresión”, imagina que hoy te levantas y no tienes depresión, ¿qué te ayudaría a sentirte mejor?
- Haz algo por ti: un paseo por la montaña, una visita a la biblioteca, una tarde de baile…Recupera alguna de tus pasiones y empieza hoy.
- Cuídate en todos los ámbitos: en el sueño, en la comida, en el ejercicio.
- Deja que te cuiden: apóyate en la gente que te quiere y te aporta y aparta al que no.
- Busca ayuda profesional: si hay cambios o realidades que te cuesta aceptar, un psicólogo te puede ayudar a adaptarte.
- Relájate: Tómate 5 minutos para ti, para meditar para estar en silencio y escucharte, saber cómo te sientes, cómo estás…
Puede ser que delante de ciertos cambios en tu vida actual te hayas refugiado en el pasado añorando con melancolía ese tiempo y te cueste volver a disfrutar del presente. Recuerda que la psicoterapia puede ser la mejor opción para tratar la depresión leve a moderada.
Puedes empezar haciendo cosas por ti y cuidando tus hábitos, manteniéndote activo física y socialmente, expresando tus emociones, además de buscar un espacio que te proporcione momentos de conexión contigo mismo y autoconocimiento. Si quieres que te ayudemos solo tienes que contactar con nuestro centro de psicología.
Artículo escrito por: Marta Segrelles y Adriana Reyes.