Vivimos en una sociedad donde parece que el egoísmo está mal visto, hay una etiqueta que le ponemos a la palabra egoísta, como de culpa por pensar sólo en uno mismo. Egoísmo viene del latin, ego e ismo, sería algo así como, práctica del yo. Darle a un espacio a nosotros mismos. Pero eso está mal visto, muchos piensan que primero van los demás y luego va uno mismo.¿Es posible cambiar esta concepción? Es posible que exista un egoísmo sano donde el poner atención a uno mismo, antes que al otro nos ayude?
Egoísmo y culpa
Cuando pensamos en egoísmo, nos viene un concepto negativo de la palabra e incluso culpa. Pero hemos de diferenciar. Egoísmo sano no quiere decir egocentrismo. No se trata de hacer todo para uno mismo, sino de hacer lo que mejor le conviene a uno para que después las relaciones con los demás puedan ser más sanas también.
Los extremos , al final son eso, extremos que nos limitan y encorsetan y acabamos viendo el mundo con una visión muy estrecha. Ni ser egocéntrico, ni ser alguien tan generoso que se olvida de uno mismo nos va ayudar a vivir nuestra vida. Imagina que por evitar ser egoísta, te pasas todo el día complaciendo a todo el mundo. ¿Cómo te sentirías? Al principio quizás, te sientes a gusto pero luego te vas a sentir exhausto. ¿Por qué? Pues sencillamente porque todo en esta vida necesita un equilibrio. La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo o, más exactamente, a pesar de ti mismo. – Victor Hugo –
Cómo practicar el egoísmo sano
El egoísmo sano tiene que ver con primero cuidarse uno mismo, y poner atención en uno, para después poder estar disponible para los demás. Si no nos mimamos, hacemos cosas para sentirnos mejor, es difícil que podamos atender al otro, sin dañarnos. El precio de atender a los demás, es muy alto si no nos miramos a nosotros antes. Si en vez de pretender que el otro satisfaga nuestras necesidades, si nos las satisfacemos nosotros, es mucho más fácil ir al encuentro del otro, desde un lugar menos demandante.
Por ejemplo, se me ocurre esa persona que se preocupa mucho por los demás, pero que luego espera que se preocupen por ella, y cuando no lo hacen, ella se enfada. Además es posible que esta persona, al estar más pendiente de los demás que de sí misma, quizás se siente cansada, agotada y aún así pasa por encima las necesidades de los demás, antes que las suyas.
Si primero logramos estar bien nosotros, y prestarnos atención, luego es mucho más fácil poder preocuparnos por el resto de personas cercanas de una forma más saludable para ambos. Al fin y al cabo, ser egoísta quiere decir, respetar nuestras necesidades primero, para poder atender a las necesidades de los demás después, de tal forma que estaremos mucho más disponibles para el otro.
Te invito a que pruebes a hacer pequeñas cosas que sean para tí, para cuidarte tú en tu día a día.