¿Cuál es la diferencia entre la rabia y la frustración? Pueden parecer emociones iguales pero no lo son.Si bien tienen algunas similitudes encontramos también muchas diferencias. La rabia es una emoción muy potente, te moviliza y energiza para responder ante una situación dañina. Sin embargo, otras veces seguro que experimentas otras emociones que no corresponden a la rabia auténtica pero la vives como tal. Es el caso de la frustración, pues existe una línea muy fina que las distingue. Por este motivo, es importante que conozcas la diferencia entre rabia y frustración.
La rabia responde a un daño directo
La rabia aparece cuando percibes que hay una situación dañina o de injusticia en tu vida. Es una emoción a menudo vista como negativa, ya que es muy movilizadora, enérgica y que puede llegar a ser destructiva.
Sin embargo, con una buena gestión de dicha emoción, vas a obtener unos beneficios muy positivos. La rabia te va a permitir frenar y poner límites a la situación dañina, pidiendo que dejen de hacer eso que te produce dolor o bien, alejándote de la situación con el objetivo de protegerte.
Es importante saber que la rabia sana responde a un daño directo y claro del presente, a una persona/situación en concreto y tiene como finalidad acabar con el daño. Así que, la rabia puede ser positiva depende de cómo se gestione.
La frustración responde a la pérdida de expectativas
La frustración aparece cuando no se cumplen tus expectativas. Es decir cuando pierdes las expectativas de un logro en concreto.
Cuando algo se interpone en tu objetivo y lo trunca, aparece la frustración. Por ejemplo: “Quiero ir a cenar a un restaurante en concreto, pero al llegar el camarero me dice que todas las mesas están reservadas”.
Emociones parásitas de la frustración
Cuando tienes emociones parásitas es como si llevaras unas gafas que no son las tuyas, pues tienen una graduación diferente. No es que le pase nada a tus ojos, simplemente llevas una graduación que no te corresponde.
Pues con las emociones parásitas, sucede algo parecido, aparece una emoción que se coloca por encima de la auténtica, y es la que se termina expresando.
Las emociones parásitas de la frustración son las siguientes:
- Impotencia: La impotencia conlleva una respuesta emocional de victimismo y desesperación. “Soy un desgraciado, nunca consigo cenar en este restaurante, nunca me pasa nada bueno”.
- Rabia: La respuesta emocional parásita en este caso es des de la agresión y el enfado. “En este restaurante hacéis una muy mala gestión de las reservas, voy a pedir la hoja de reclamación”, acompañado por ejemplo, de un mal tono de voz, de insultos, etc.
- Omnipotencia: En este caso, la respuesta emocional se vincula con la fantasía de grandeza. “¿A caso no saben quién soy yo? Me deberían dejar cenar en éste restaurante, ellos se lo pierden…”.
- Culpa: Cuando la respuesta parásita se procesa des de la culpa suelen aparecen verbalizaciones de este tipo: “Todo es mi culpa, no hago nada bien, soy un desastre”.
- Amargura: La respuesta emocional de la amargura es una actitud de queja continua y de refunfuñar que se alarga durante un buen rato. “Ya les vale…”, “buf… ahora la noche ya va a ser un desastre”… Esta actitud incluso se puede experimentar al día siguiente.
La diferencia entre la rabia y la frustración
La diferencia entre la rabia y la frustración pues es algo muy sutil. Tal y como has podido observar, la rabia responde a un daño directo. Por otro lado, la frustración aparece cuando no se cumplen las expectativas.
Sin embargo, la rabia puede aparecer en forma de emoción parásita como respuesta emocional a la frustración. Por este motivo, muchas veces se confunden ambas emociones.
Otra diferencia entre la rabia y la frustración, es que la rabia es una emoción primaria y la frustración está categorizada como secundaria. La rabia está clasificada como una emoción primaria porque es instintiva y primitiva, pues la compartimos con los animales.
3 respuestas funcionales de la frustración
Para poder tener una respuesta auténtica de la frustración y no expresarla des de la rabia, como respuesta substituta, tenemos que tener en cuenta las siguientes premisas:
- Desengaño: el desengaño como respuesta emocional madura te lleva a entender que “no eres el ombligo del mundo”, y que todo lo que deseas no se va a cumplir.
- Redefinición de metas: si algo no sale como lo esperas o deseas, intenta no caer en la impotencia, la rabia, la omnipotencia, la culpa o la amargura como respuesta. Pon consciencia a tu emoción, conecta con la frustración y redefine tu expectativa.
- No caigas en los “debería”: Las expectativas van muy ligadas a tus creencias absolutistas: “esto debería haber sido así”, “esto tendría que haber salido bien”. “debería”, “tendría que”. Te invito a que pongas en cuarentena este tipo de falacias ya que los demás tienen derecho a tener intereses distintos a los tuyos o valores diferentes.
Expresa tus emociones y suéltalas para avanzar
Así pues, la rabia te permite protegerte y la frustración se da por el incumplimiento de tus expectativas, ésta es la principal diferencia entre la rabia y la frustración. Es importante que no te quedes enganchado en tus emociones, sino que busques maneras de expresar la rabia y la frustración para poder avanzar en tu vida.
Ahora que tienes consciencia del tipo de respuestas parásitas que puedes tener ante la frustración, te invito a que pongas consciencia. No obstante, si crees que tienes dificultades para gestionar tanto la frustración como la rabia, no dudes en contactar con nuestro equipo.