La ansiedad es un trastorno psicológico que te puede afectar a lo largo de la vida con mayor o menor intensidad. En verano, puedes pensar que todo es relax y diversión pero, tanto si estás de vacaciones como si estás trabajando, es importante estar atento a las señales que te manda tu cuerpo. La ansiedad es una sensación bastante incómoda que provoca que pierdas el control de tus acciones, incluso de tus emociones.
Es difícil acostumbrarse a lidiar con emociones menos agradecidas, como pueden ser la ira o la tristeza. Por eso, si sientes ansiedad puede ser que quieras que se acabe pronto y no escuches el mensaje que te quiere transmitir de tu presente. En verano, esta sensación física de ansiedad puede intensificarse, y aparecer cuando menos te lo esperes y más tranquilo estás. Cuando te relajas, tu cuerpo y tu mente se activan dando pie a que puedas sentir esa ansiedad de la que antes no te dabas cuenta porque estabas trabajando o estudiando.
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?
El tipo de movimientos, gestos, o las reacciones que tiene tu cuerpo te van a dar una pista para saber si tienes ansiedad o no. La ansiedad puede manifestarse a nivel físico con: sudoración, opresión en el pecho, tensión y rigidez en los músculos. Seguramente te cueste tomar decisiones, te sientas inseguro o tengas sensación de vacío.
Además puedes responder de manera impulsiva o agitada, estarás moviendo las piernas constantemente o mordiendote las uñas. También puede ser que tengas dificultad para recordar cosas, y si lo haces van a ser momentos desagradables, te costará mantener la atención y estarás más susceptible.
Por ejemplo, si te vas a tomar unas copas con tus amigos y sale un tema que puede generar cierta controversia, a lo mejor no expresas tu opinión por miedo, te irritas fácilmente o te quedas pensando en tus cosas. Estos pueden ser los síntomas que sufra una persona que tiene ansiedad.
La ansiedad tiene un mensaje para ti
Lejos de hablar de conceptos técnicos y síntomas, entre nosotros, la ansiedad es una tapadera de tus verdaderas emociones y deseos. Cuando hablamos de ansiedad, hablamos de angustia y los motivos pueden ser diversos. La ansiedad en vacaciones te puede estar hablando de tu dificultad para ir más despacio en el día a día. Por ejemplo, a lo mejor, cuando frenas en seco y te vas de vacaciones, te sientes mal por descansar. Esto puede tener que ver con tu hiperexigencia de estar cada dia al 100% y no darte el permiso para estar tranquilo y disfrutar de los pequeños instantes.
Si te mantienes ocupado, es más difícil que te vengan a la mente pensamientos negativos. Aunque esto puede ser una trampa, porque si te desconectas de tus emociones es fácil que pongas el piloto automático y no sientas nada. Por tanto, te desconectes tanto de las sensaciones agradables o desagradables de tu vida.
“Cuando somos vulnerables a nivel emocional, estamos llenos de exigencias. Cuando no se cumplen, nos enfadamos, nos deprimimos o nos llenamos de ansiedad, le echamos la culpa a los demás o al mundo o, lo que es peor, a nosotros mismos” –Rafael Santandreu-
Otro mensaje que te puede querer transmitir tu ansiedad es la necesidad de poner límites. Te puede estar pidiendo que digas NO a lo que ya has dicho que sí por compromiso. Por ejemplo, imagina que te han invitado a una barbacoa pero a ti te apetecía irte a pasar el fin de semana fuera, pero como estás de vacaciones y no tienes excusa, crees que tienes que renunciar a tu deseo, por complacer el de los demás.
Otro motivo para sentirte ansioso es si en tu trabajo no respetan tu descanso y a ti te cuesta poner límites. Puede ser que hayas desconectado el móvil pero has seguido revisando e-mails desde casa, incluso contestando y anticipando lo que te encontrarás cuando vuelvas a la oficina.
¿Cómo puedes liberárte de tu ansiedad y disfrutar del verano?
Según el momento y la situación el motivo de tu ansiedad puede ser diferente, pero eso se puede entrenar mediante habilidades emocionales que te ayuden a conocerte más y a comprender cómo te relacionas con los otros. No tienes que intentar librarte de la ansiedad sino escuchar lo que viene a decirte, porque aunque creas que no, lo sabes.
“Si un problema puede solucionarse, no te preocupes y si no puede solucionarse, tampoco te preocupes ya que no tiene utilidad alguna.” -Dalai Lama-
En definitiva, la ansiedad en verano puede afectarte igual que te afectaría en otoño si no te respetas a ti mismo e intentas complacer a los demás, ya sea tu jefe, tu familia o tus amistades. Es importante que te conozcas a ti mismo para poder anticipar tu reacción de ansiedad y poder aceptarla para conocer qué mensaje trae y que es lo que te está angustiando, para poder resolverlo cuanto antes.