La muerte de un hijo es uno de los hechos más dolorosos que un padre o madre puede vivir y aunque no se puede olvidar nunca, sí es posible afrontar el duelo de una forma sana a pesar del dolor enorme que causa.
“Huérfilo” ha sido el nombre propuesto por la Federación Española de padres de niños con cáncer para representar a los padres que han perdido a un hijo. La iniciativa pretende dar visibilidad al término con la intención de llenar el vacío léxico que había hasta ahora frente a la muerte de un hijo.
Hoy os voy a presentar el nuevo término “huérfilo” todavía hoy no está incluido en el diccionario, quizás porque el dolor que representa es indescriptible. Me parece importante que la palabra pueda ser aceptada por nuestra sociedad y el colectivo de padres que la ostenta se sienta reconocido y entendido.
Poder nombrar el dolor ayuda a entenderlo mejor
Los hijos que pierden a sus padres se les llaman huérfanos o los hombres y mujeres que pierden a sus parejas son viudos y se identifican a través de ese terminología. En cambio, los padres que pierden a sus hijos, hasta ahora no tenían un nombre con el que definirse.
Más allá del propio significado del término, lo importante es que las palabras definen sentimientos y emociones que son difíciles de expresar. En el caso de los padres que sobreviven a sus hijos, el vacío, el dolor, la culpa, la falta de identidad, son algunas de las expresiones que pueden usar en esos momentos.
La muerte de un hijo necesita ser reconocida a nivel emocional
A pesar ser conscientes que otorgarles un nombre no va a evitar que se den estas emociones desgarradoras pero tan necesarias para elaborar el duelo, puede ayudar a que se sientan reconocidos e integrados con el resto de padres que viven una situación similar y para no enfrentarse tan solos a ese sufrimiento, sintiendo un apoyo emocional.
Los padres que han perdido a sus hijos alegan que a través del nombre pueden resumir con una palabra la realidad en la que se encuentran, en la que siempre serán padres desde el vacío de la pérdida. Y, en la que los niños que perdieron siempre serán sus hijos, aunque ya no estén físicamente con ellos.
La pérdida de un hijo implica un duelo que es importante afrontar
Perder un hijo es perder parte de tu propia vida, por eso el proceso de duelo se puede complicar. Estas breves pautas pueden ayudarte a vivirlo mejor:Te puede ayudar a sufrir de forma menos dolorosa, pues te permite expresarte. Busca personas que te den fuerza para expresar tu tristeza, tu rabia o tu culpa.
- Pasar por la tristeza. Permítete estar triste y expresa lo que sientes a solas o en compañía de tus seres queridos.
- Vivir la Culpa. Aceptar los momentos en los que te sientes culpable y recordar que hiciste lo que estaba en tus manos puede ayudar en estos duros momentos.
- Permitirte la rabia. No te asustes si sientes rabia contra todo, contra los demás o contra ti mismo. Descargarla de manera que no te hagas daño ni hagas daño a los demás te ayudará a sentirte mejor.
- Sentir el vacío para afrontarlo.
- Cuando pierdes un hijo pierdes tu vida, por eso la sensación de vacío es tan intensa que en esos momentos no te permite vivir en el presente. Busca aquellas cosas por las que merece la pena estar presente para llenar el vacío.
- Planear las fechas importantes. Planear cómo y con quien vas a pasar el aniversario, las navidades y las fechas señaladas puede ayudar a paliar el dolor cuando recuerdes a tu hijo.
- Date tiempo. El duelo es un proceso lento. El tiempo por sí solo no cura, ayuda a poder hacer un trabajo interno que te ayude a vivir a pesar del intenso sufrimiento.
Si te has quedado “huérfilo” y a pesar de estas pautas sientes que no puedes afrontar tú solo este proceso de duelo, puedes ponerte en contacto con nosotros y te acompañaremos en el camino para recuperar tu vida y gestionar tus emociones a pesar de la pérdida.